Analisando a questão proposta com base no texto fornecido, o foco está em avaliar o impacto da crise financeira internacional na economia brasileira de 2008, especialmente em termos de demanda doméstica e crescimento do PIB.

A Confederação Nacional da Indústria do Brasil (CNI) avaliou que o desempenho econômico do Brasil em 2008 não deveria ser afetado pela crise financeira internacional, principalmente devido à demanda interna. Isso é exemplificado pelo aumento das estimativas de crescimento do Produto Interno Bruto (PIB) brasileiro para 5,3% naquele ano, em comparação com a previsão anterior de 4,7% feita em junho. Essa informação contrasta com a linha final do texto que menciona um crescimento de 0,6% do PIB brasileiro em 2008.

O cenário previsto pela CNI sugere uma resiliência econômica que possivelmente ajudaria o Brasil a enfrentar melhor a crise global, considerando que o país possuía grandes reservas, um superávit primário substancial, um sistema bancário bem desenvolvido e menor dependência externa. Mesmo assim, a CNI reconheceu que as condições não impediriam totalmente que a crise global afetasse o Brasil, pois reduções na oferta de crédito internacional e a demanda por produtos brasileiros provavelmente causariam impactos negativos.

O enunciado da questão requer que validemos a afirmação do impacto da crise no desempenho da economia brasileira em 2008. Os detalhes no texto mostram preocupação e medidas reativas ao contexto adverso, mas um aumento de 0,6% no PIB sugere um impacto real muito mais significativo do que as previsões inicialmente otimistas da CNI.

Desta forma, com base na discrepância entre as previsões e o crescimento real reportado, a alternativa correta, como indicado pelo usuário, é E (Errado), pois a crise financeira internacional de fato influenciou negativamente o desempenho econômico do Brasil em 2008, contrariando as expectativas da CNI.

Gabarito: Letra E

In 2008, Brazilian GDP growth augmented 0.6%.

Based on the text above, judge the items 16 through 30.


The Brazilian economy performance in 2008 should
not be affected by the international financial crisis, mainly
due to the domestic demand. This is the evaluation of
Brazil’s National Confederation of Industries (CNI).
According to the quarterly Conjectural Information,
disclosed on Friday, October 3, the CNI has increased to
5.3% its estimates for growth of the Brazilian Gross
Domestic Product (GDP) this year. The previous forecast, in
June, was that the Brazilian economy would grow 4.7%.
In the evaluation of CNI technicians, the
international crisis should only reflect in the economic results
next year. The GDP in 2009 should grow 3.5%. To the CNI,
the Brazilian capacity to face difficulties is greater than last
year.
The country has great reserves, a substantial primary
surplus, a developed banking regulation system and lower
foreign dependency. “However, these conditions do not bar
the unfolding of the global crisis from reaching Brazil”,
according to the Conjectural Information.
According to the study, the foreign crisis should
reduce the international offer of credit and demand for
Brazilian products. “The former should have more immediate
effects, whereas the latter should present itself in a more
progressive manner, as global trade loses dynamism”, write
the institution’s technicians.
To the CNI, the non-renovation of foreign financing
lines of credit, especially export credit, should create
operational difficulties for companies. This way, according
to the text, the Brazilian Central Bank should be aware of
liquidity problems and of the greater cost of credit, once
again evaluating the monetary policy, “which was not
developed taking into consideration a more adverse
environment as the one we are currently living”.
The industrial sector should grow 5.5% this year, a
little over the average growth of the economy as a whole.
This performance should be boosted by the estimated civil
construction growth of 8.7%. The transformation industry
should grow 5.1% this year.

Todo empezó en 2003, cuando el presidente de la
Reserva Federal, Alan Greenspan, empezó a hablar del
peligro de deflación, es decir, de una caída de los precios.
Ése es uno de los fenómenos más peligrosos en una
economía, porque si los precios caen, es que la gente no
consume. Así que Greenspan, con la ayuda de uno de sus
más cercanos asesores, Ben Bernanke, promovió una drástica
bajada del precio del dinero hasta el 1%. Eso supuso una
masiva inyección de liquidez en la economía y una relajación
del crédito. Greenspan, así, incumplió la que debe ser la
primera obligación de un banco central, que es “llevarse el
alcohol cuando la fiesta todavía no ha acabado”, por utilizar
la frase de William McChesney Martin, que dirigió el Banco
Central Americano en los años 50 y 60. El banco central
inyectó más dinero de la cuenta en EEUU. Y el resultado fue
una borrachera. Y de las grandes.
Con el exceso de liquidez, los bancos empezaron a
conceder créditos inmobiliarios a más y más gente. ¿Por
qué? Porque, con el precio del dinero oficial tan bajo, apenas
les quedaba margen de beneficios en las cuentas y depósitos.
La clave era crear hipotecas, en las que el cliente pagaba un
interés, con lo que el banco obtenía un beneficio.
Al principio, los grandes bancos rechazaron entrar
en ese juego, porque se estaban empezando a romper todas
las normas de control de riesgos. Pero, ante los avances de la
competencia, ellos también tuvieron que empezar a hacerlo.
Así, en poco tiempo, se estaban concediendo liars loans
(créditos mentirosos) a personas que no sólo no cumplían los
requisitos necesarios para acceder a ellos, sino que estaban
mintiendo sobre sus ingresos (frecuentemente, con el
respaldo de los bancos). Greenspan animó, además, a que los
estadounidenses tomaran hipotecas a renta variable, algo
poco frecuente en EEUU.
A su vez, los bancos vendían esas hipotecas. En
otras palabras: las transformaban en bonos y las colocaban
en el mercado de renta fija. Con esa estrategia, en teoría, se
diversificaba el riesgo. Y, para diversificarlo aún más,
empezaron a mezclar diferentes tipos de hipotecas y de
activos en un mismo bono. De esta manera, todos estaban
contentos. El consumidor, porque accedía a hipotecas
baratas, frecuentemente con un periodo de carencia de dos
años hasta que los intereses empezaban a variar. El banco,
porque tenía clientes y a su vez se deshacía de esas
hipotecas, algunas de las cuales, evidentemente, iban a
presentar problemas cuando la Reserva Federal subiera los
tipos de interés. Los tenedores de bonos, porque tenían
numerosos activos a su disposición que, además, podían
asegurar sin problemas, porque las agencias de calificación
de riesgos, que miden la solvencia de las emisiones, daban a
esos títulos calificaciones excelentes.
En esencia, eso fue lo que pasó. Todos estaban
comprando, vendiendo y asegurando unos bonos muy
peligrosos, y a su vez se estaban endeudando —
frecuentemente para adquirir más bonos — usando esos
bonos como garantía.

Questões de Inglês - Instituto de Pesquisa Econômica Aplicada